Entrevista realizada por ONG CETSUR da cuenta de cómo Bella Silva Maliqueo, presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de Carahue, se inicia como aprendiz en el ancestral oficio de la curatoría de semillas, compartiendo ideas que contribuyen a la biodiversidad y el por qué es tan necesario para la salud humana y del planeta conservar los saberes de las (os) Curadoras(es) de Semillas.
ONG CETSUR de la región del Biobío firmó en 2017 un convenio de colaboración con la Mesa de Mujeres Rurales de Carahue de la región de La Araucanía, desarrollando diversas acciones para la formación de aprendices de curadoras de semillas con el objetivo de revitalizar su rol en la preservación de la biodiversidad y la soberanía alimentaria de sus familias y comunidades.
Para conocer en profundidad el valor de la curatoría de semillas, CETSUR entrevistó a Bella Silva Maliqueo quien a partir de su memoria familiar y comunitaria, se ha dedicado al cuidado y conservación de sus semillas.
¿Cómo comienza a nutrir su relación con los saberes de las curadoras de semillas?
A mí siempre me ha gustado el campo y el tema de las semillas, de las plantas, por eso estudié Técnico Agropecuario. Hice mi práctica en un vivero y me fascinó el tema de las plantas ornamentales, de las plantas medicinales y me enfoqué en eso. El año 2015 me integré a la Mesa de Mujeres Rurales de Carahue y después me acerqué mucho más al tema participando en la Mesa Regional de Mujeres Rurales, allí conocí más mujeres, muchas de ellas maestras curadoras de semillas, las cuales compartían sus saberes con nosotros, especialmente en los trafkintus que organizaban en las comunas.
Este año he podido hacer una huertita y tengo hartas semillas que intercambié en el trafkintu que hicimos el año pasado con la Mesa de Carahue, me siento contenta por lo que tengo ahora, porque yo no tenía esas semillitas. Ahora nos estamos comunicando a través de whatsapp con las socias para poder ver cómo va el tema de la pandemia, pero también nos vamos dando información sobre plantas, conservas, cómo hacer una mermelada, la que sabe apoya a las otras y así vamos trabajando.
¿Cuáles han sido sus aprendizajes respecto a la curatoría de semillas?
Dentro de la huerta hay un sinfín de plantas, muchas de ellas ancestrales y que se estaban perdiendo, pero ahora incluso solitas se han ido regenerando y nosotros vamos guardando esas semillas. No así las plantas que traen de fuera, esas plantas no se regeneran solas sino que el humano mete mano ahí con cosas más artificiales.
También la curatoría de semillas aporta a nuestra alimentación en la variedad de colores y sabores que le podemos dar a las comidas, nuestras abuelas y abuelos ¿cuántos años vivían?.., vivían muchos años comiendo sano, consumiendo alimentos de estas semillas naturales, de estas plantas que salían de repente solas en el bosque o en la misma casa, eso se comía. Esta sabiduría ancestral es la que nosotras debemos ir hablándole a nuestros hijos, para ir preservando y conservando nuestras semillas, para que no se pierdan y también para tener una buena salud.
¿Cuál es la situación de las semillas en su territorio?
Acá en mi territorio es bien complicado este tema, la gente está acostumbrada a sembrar semillas que traen desde afuera, semillas compradas, y algunas de ellas con muchos químicos, perdiéndose el resguardo de nuestras semillas ancestrales. Hoy en día sólo se busca tener dinero a corto plazo, aunque esto conlleve a tener una mala salud de nuestro entorno familiar y personal.
También falta más aprendizaje, interés y reconocimiento de nuestra cultura, valorarnos más como campesinos mapuche.
¿Son reconocidas y valoradas las personas que realizan esta labor?
En la actualidad se está dando más que hablar referente a la curatoría de semillas y a las personas que trabajan en esto. Sabemos que, obviamente, desde hace mucho tiempo atrás ha existido el tema pero no se le daba nombre, todos nuestros antepasados trabajaban así, cuidando y resguardando las semillas.
Hoy se le ha tomado más valor, pero no realmente el valor y reconocimiento que se le debiera dar a las curadoras de semillas dentro del territorio, de nuestra comuna y del país. Debiera haber más apoyo para quienes trabajan en la curatoría de semillas, siempre se está hablando de los grandes productores de semillas, obviamente ellos generan más dinero, generan grandes cantidades de semillas ya sea transgénicas, con químicos, semillas que a la larga nos están haciendo daño a nuestra salud, porque sabemos que antiguamente las personas vivían hartos años y hoy en día a los 80 años una persona se está muriendo.
¿Cuál es su mensaje para las personas que viven en la ciudad y están interesados(as) en aprender sobre la curatoría de semillas?
No hay curso para esto, uno va aprendiendo como aprende a ser mamá, a nadie le enseñan a ser mamá y la curatoría de semillas es lo mismo, uno va aprendiendo de a poquito… si uno no mete las manos en la tierra nunca va a aprender.
Busquen semillas, ojalá semillas limpias, semillas que ya han sido restauradas por las mismas lagmien y por las curadoras de semillas…, las siembran y de a poco van sacando sus propias semillas y luego vuelven a plantarlas. Así van a aprender este tema tan lindo que es la curatoría de semillas.