La apuesta cultural que propone la institución, considera actividades como itinerancias de muestras fotográficas, de artesanía, audiovisuales y culinarias que develan saberes de mujeres y hombres del mundo campesino e indígena, entre otras acciones.  

Por cuarto año consecutivo, ONG CETSUR forma parte del Programa Otras Instituciones Colaboradoras (POIC) del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que busca fortalecer y dar continuidad a instituciones y organizaciones culturales de derecho privado y sin fines de lucro. Este programa además es parte del Sistema de Financiamiento a Organizaciones e Infraestructura Cultural del mismo ministerio, el cual integra, articula y coordina de forma transversal los planes, programas y fondos orientados al fomento y apoyo de las organizaciones, de la infraestructura cultural, y de la mediación artística.  

El programa permite fortalecer a la institución, para que ésta pueda guiar procesos de desarrollos culturales locales, resguardo y valorización del patrimonio cultural inmaterial de comunidades indígenas, campesinas y urbanas de localidades del sur de Chile. 

“Si bien durante marzo debimos suspender el lanzamiento de nuestro Plan de Trabajo 2020 y el tradicional intercambio de semillas que cada o realizamos para recibir el otoño, logramos desplegar todos los esfuerzos para mantener nuestros canales de comunicación con todas aquellas comunidades con quienes hemos estrechado vínculos”, contextualizó Paula Mariángel, presidenta de CETSUR, respecto al proceder de la ONG durante la emergencia sanitaria. 

La apuesta cultural que propone la institución, entre otras acciones que conforman su Plan de Gestión 2020, considera actividades como itinerancias de muestras fotográficas, de artesanía, audiovisuales y culinarias que develan saberes de mujeres y hombres del mundo campesino e indígena, mediaciones culturales junto a maestros(as) de oficios y entidades educativas. Paralelamente, también la participación en Trafkintu, intercambios de semillas, plantas y saberes que resguardan la existencia de semillas nativas aseguradoras de la alimentación, encuentros culturales junto a cultores (as) y otros organismos culturales, la circulación liberada de cápsulas audiovisuales y radiales que visibilizan a las AgroCulturas, la investigación y formación en Artes y Oficios. 

Nos parece que hoy, dadas las circunstancias que vive el mundo, debemos reforzar nuestro papel de mediadores y conectores entre los saberes, las artes y los oficios tejidos desde las comunidades agrícolas y las sociedades urbanas, con el propósito de aportar a la búsqueda de nuevas claves para pensarnos como sociedad en coexistencia con la naturaleza”, agregó Paula Mariángel